L. RONALD HUBBARD | PERFIL BIOGRÁFICO

Fotógrafo

La Gran Muralla China cerca del Paso de Nan-k’ou, 1928; fotografía de L. Ronald Hubbard.
Fotografía, como a L. Ronald Hubbard le enorgullecía señalar, significa “escribir con luz”, y por la forma en que sus fotografías comunican, la frase es una acertada descripción de su trabajo.

Estudiante entusiasta de la cámara durante su juventud, su carrera en realidad empezó a fines de la década de 1920 con una serie de célebres tomas realizadas durante el trayecto de sus viajes por China. El trabajo fue extremadamente profesional y finalmente lo adquirió la revista National Geographic. A su regreso a Estados Unidos, continuó su carrera fotográfica como periodista gráfico de los diarios locales y, en forma independiente, para varias publicaciones nacionales. Lo más notable en este último campo fue su trabajo para la publicación de los entusiastas del aire, Sportsman Pilot (El piloto Deportista).

Con el inicio de su carrera formal como escritor en 1933, el trabajo fotográfico del Sr. Hubbard tuvo tendencia a pasar a un segundo plano. Sin embargo, en sus últimos años se le encontró detrás de la cámara con regularidad haciendo trabajos que incluían fotografías promocionales para varias organizaciones europeas así como sus famosos paisajes del sur de Inglaterra, que con el tiempo fueron seleccionados de entre 3.300 participantes para la Exposición Internacional de Fotografía en Nantes, Francia. Las fotografías del Sr. Hubbard
Siendo un aviador pionero por decisión propia, L. Ronald Hubbard trabajó como fotógrafo y escritor para la revista Sportsman Pilot.
de esta época también se seleccionaron para exhibirse en el Salón International d’Art Photographique de Versalles y en fechas posteriores se han visto publicadas en los calendarios fotográficos de L. Ronald Hubbard.

En 1975, continuó con ese trabajo en la isla de Curaçao en las Antillas Holandesas, en donde a pocos días de su llegada un periódico local informó que: “El Sr. Hubbard con su exactitud profesional obtiene las fotos que quiere, una tras otra, a un ritmo de más de 7.000 fotografías desde que comenzó a tomar fotografías aquí en Curaçao”.

Al regresar a Estados Unidos en 1976 para establecer su hogar en el sur de California, la carrera fotográfica de L. Ronald Hubbard adquirió otra dimensión: la de instructor de fotógrafos. A partir de este trabajo de instrucción, surgió la descripción detallada de todos los pasos vitales que el fotógrafo debe llevar a cabo para asegurar una toma con éxito, lo que incluye el tema tan a menudo descuidado de formarse una idea previa de la fotografía o preconcebirla. O como alternativa, aconsejaba a los fotógrafos que aprendieran a reconocer de inmediato una fotografía. En todo caso (y aquí se encuentra el común denominador de todo el trabajo artístico de L. Ronald Hubbard) los fotógrafos deben aprender a “hacer que la fotografía hable”. Como parte del proceso de instrucción, todos los estudiantes tuvieron el privilegio de que el Sr. Hubbard revisara sus fotografías personalmente. Además de los puntos más convencionales de composición e iluminación, dio énfasis de forma característica a ese mismo tema clave de la comunicación: ¿Qué dice la fotografía si acaso dice algo? En este periodo de instrucción también creó sus importantísimos procedimientos para probar tanto el equipo como la película, y su clarificación de un tema que se había entendido mal durante mucho tiempo: la composición.

Hoy en día, el corpus completo de su trabajo fotográfico se ha recopilado cuidadosamente en las obras tituladas: La Serie de L. Ronald Hubbard y L. Ronald Hubbard: Imágenes de una Vida. En total, se exhiben más de seiscientas fotografías que abarcan desde sus primeras tomas con una sencilla cámara Kodak Brownie, hasta sus últimas obras en el sur de California. Por supuesto se incluyen varias selecciones de su famosa serie de China; sus fotografías premiadas de la campiña inglesa y todo lo demás que define la obra de este hombre, en lo que él llamó “escribir con luz”.