L. RONALD HUBBARD | PERFIL BIOGRÁFICO


Rehabilitación de Delincuentes

Delincuentes juveniles en Tampa, Florida, participan en un curso de rehabilitación basado en los descubrimientos de L. Ronald Hubbard.
Ministerios gubernamentales y funcionarios de alto rango de prisiones en todo el mundo han adoptado oficialmente el programa de Criminon.
En todas y cada una de las prisiones de Ruanda, Criminon es el programa Escritorizado para la rehabilitación y readaptación de los participantes del genocidio. Hoy en día, más de 8,000 prisioneros han completado el programa y han sido liberados.
Ninguna conversación sobre El Camino a la Felicidad estaría completa sin una mención al programa de reforma de delincuentes que se lleva a cabo utilizando ese folleto. Este programa, conocido como Criminon (sin crimen), se basa en los descubrimientos del Sr. Hubbard en relación con la causa y prevención del delito, las cuales fueron investigadas mientras trabajó como Policía Especial de Los Ángeles a finales de la década de los 40. Escribió: “Si quieres rehabilitar a un delincuente, simplemente remóntate y descubre cuándo perdió su orgullo personal. Rehabilita ese punto en particular y ya no tendrás a un delincuente”. Con El Camino a la Felicidad del Sr. Hubbard y algunos principios básicos de Scientology, Criminon logra justo eso.

Nuevamente, este programa es único. Al igual que Narconon, este programa no se basa en ninguna droga o restricción punitiva, sino que más bien apela a lo que el Sr. Hubbard describió como la bondad fundamental que existe dentro de todos los hombres. Aunque este modo de enfocar el asunto pueda parecer poco aplicable a delincuentes empedernidos, los resultados hablan por sí mismos. Con sede en Los Ángeles, Criminon lleva a cabo programas en más de 2,000 prisiones e instituciones penales en 35 países. Hasta la fecha, más de 100,000 internos han participado con éxito en los programas y han iniciado una nueva vida alejada del delito, sin la reincidencia acostumbrada.

En un sólo programa juvenil en donde el 80 por ciento de los jóvenes ofensores eran arrestados nuevamente, un régimen de Criminon logró revertir la tendencia. Esto significa que el 90 por ciento de aquellos que completaron el curso de El Camino a la Felicidad no fueron detenidos nuevamente. No fue por nada, entonces, que el Oficial en Jefe de la Libertad condicional del Juzgado Juvenil del Condado de Butler en Greenville, Alabama, Daniel O. Black afirmó: “El sistema de justicia juvenil tiene mucha necesidad de un programa comunitario funcional de primera instancia. El Camino a la Felicidad llena ese vacío. Empezamos con lo básico: firmes cimientos morales basados en la honestidad, la integridad, y la confianza; eso es El Camino a la Felicidad”.

En esencia, esto es también la totalidad de lo que L. Ronald Hubbard representó en nombre de la humanidad. Es cierto que este mundo se enfrenta a una crisis tanto moral como criminal y bioquímica sin precedente en la historia. También es cierto que las estadísticas anuales indican que los años venideros serán aún más sombríos. Pero a pesar de todos sus fracasos, violencia y degradación, el Sr. Hubbard afirmó que el Hombre es básicamente bueno; y además nos dice: “Siempre que el Hombre se esfuerza y trabaja, sin importar lo qué haga, el bien que logra tiene más peso que el mal”.